martes, 3 de febrero de 2015

¡Feliz cumple!

Cora. Cuanto letras que juntas para mi significan demasiado. Parece joda, pero ya hace 10 años que te tocó irte a otro lugar. Y 10 años en la vida de cualquier son muchísimo tiempo. Me hubiese gustado que me veas recibirme. Me hubiese gustado mucho que la conozcas, que le digas ella “tu peor es nada”, porque ella es… Me hubiese encantado que me veas hacerme un hombre, pelear, discutir, jugar un partido más, hasta capaz que tirar un caño. Ver juntos al bolso, decir “bolches podridos” juntos. Me hubiese encantado verte cuando dije “Sí quiero”, pero aunque no te vi, apenas me casé la tía me mostró una cadenita tuya. Estabas ahí. Como siempre, como todas las tardes cuando llegaba de la escuela. Pero no estabas rezongando. Me hubiese gustado tener una pelea más, esas en las que te dejaba pistoneando. Me hubiese encantando bailar juntos el vals y el tema de Sinatra que pedimos con Flo en memoria a vos. Me hubiesen gustado tantas cosas que no las puedo escribir, solo hacer esto para recordarte y que sepas que siempre, en cada paso “el cochito” sabe que no camina solo, porque como esos 18 o 19 años que estuvimos juntos fueron netamente incondicionales. Cora es mi abuela y cada tanto la extraño un poquito, más cuando es la fecha de su cumple.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Luna de miel

Hace un mes y medio me casé… Muy rico todo, muy linda la fiesta y más linda la novia (mi esposa, claro). Pero la mejor decisión que tomamos fue nuestro destino de luna de miel. No querer ir a un All Inclusive para no sentirnos unos cincuentones que van a descansar y a chupar nos llevó a encontrarnos con un gran destino (y va con mayúscula) COSTA RICA. Un país muy lindo, con variedades de paisaje. En tan solo 12 días visitamos el Pacífico, subimos a la montaña y vimos el Volcán Arenal, para terminar en el Caribe, con toda la buena vibra del reggae roots. Más allá de la conocida amabilidad de la gente de centroamérica, que en cierto punto entra a taladrarte las pelotas; basta con escuchar 10 veces al día "Para servirle" o "con mucho gusto"; lo que me llamó poderosamente la atención es el Marketing que se hacen los "ticos". Apenas ponés un pié en el aeropuerto te dan la bienvenida al país "más feliz del mundo". No sé si hay algún indicador que lo demuestre, pero ellos lo sienten así. Hablás con gente en la calle, le preguntas y están convencidos. No tienen maras, la mayoría estudia y cada escuela pública o privada tiene una cancha de fútbol. Tienen como segunda lengua el inglés, y realmente lo hablan muy bien, algunos lo aprenden en la calle porque el 90% del turismo es Yankee. Son casi 4 millones de personas, un poquito más que nosotros, sin embargo algunos se muestran descontentos con las políticas asistencialistas que tienen. Pero, ahí volvéis a preguntarles por la felicidad y ellos no dudan ni un segundo en decirte que son el país más feliz del universo. Para colmo de Kotler, uno llega a Costa Rica con la idea de que el slogan del país es "PURA VIDA". Algo lógico, ya que son una amplia reserva natural. Pero hilando más fino, uno ve que entre ellos se lo dicen. "Hola José, ¿cómo estás?", a lo que José contesta "Pura Vida". Hasta que en un momento le pregunté a un flaco en la calle, si era una movida marketinera que hacían con los turistas o realmente se lo decían. Me dijo "Pura Vida" con una sonrisa de oreja a oreja (y la dentadura completa). Al volver, maravillado con Costa Rica, llegué a dos conclusiones.. Primero que la gente allá es feliz con menos de lo que muchos de los "uruguayyyyyos" nos imaginamos. Segundo, que por esta razón Uruguay Natural debería tener de claim "Llevándola". Saquen sus conclusiones. Chau.

viernes, 2 de agosto de 2013

lunes, 15 de abril de 2013

Heavy

Caos, gritos y desesperación, en eso se convirtió una tranquila y soleada tarde en Boston, en pleno feriado. Eran las 13:00 hs y salíamos con mi hermana de un mercadillo, enchumbados de olor a comida con la idea fija de ir a visitar el famoso Boston Public Garden. Caminamos y medio que nos perdimos, Boston es una ciudad donde cada callecita está hecha a la antigua y uno no sabe muy bien para donde agarrar. Nos cruzamos unas bicis, esas de primer mundo, que hacen gala de que con una simple tarjeta de plástico uno puede acceder a unos minutos de felicidad pedaleando. Luego de unos problemitas por ser toscos, emprendimos nuestro viaje al Parque. Boston nos había recibido con 7 grados, lluvias y días grises. Era mi último día ahí, por fin salía el sol, era un momento ideal… Como unos bambis, ni sabíamos que era la zona por donde terminaba la maratón. Quedamos como locos pedaleando en Commons, que es un gran parque al lado del famoso Boston Public Garden, al cual cruzamos emocionados. Era genial. Verde, majestuoso, con abundante gente disfrutando del aire libre. Mientras seguíamos pedaleando, ahora con el apuro de encontrar una estación para devolver las bicis, ya que se nos acababa la media hora de "alquiler". Nos pasamos un poco del parque hacia la zona de la maratón, mucha gente, mucho despliegue y mucha seguridad. Seguimos adelante por una calle paralela, cuando de repente yo siento un "PUM". ¿Habrán llegado?", me pregunté enseguida, pero seguí pedaleando. Vale (mi hermana) en su mundo, miraba las casas, el paisaje y la gente. Llegó el momento de ver patrulleros por todos lados, gente que lloraba, y corría. Algo así como un ambiente perfecto pasó a ser un caos, de película. Si alguno vio "La suma de todos los miedos" esto es lo más parecido que yo viví. Con Vale nos miramos, "qué concha pasa". Nos fuimos hacia el medio, de donde salía la gente llorando y corriendo, había caras de susto, desfiguradas. Pensamos que eran unos yankees perseguidos. Pasaron 2 cuadras y el cordón policial era mucho mayor, por suerte encontramos donde dejar las bicis. Nos fuimos al Boston Publica Gardens, re mansos "dale, vichémoslo". Ahí fue que la situación nos quebró. Dos rubios gigantes (estilo Seguridad/Patovicas) con cara de susto, con sus remeras llenas de sangre dijeron que había sido un ataque terrorista. Mi hermana me empezó a gritar, y yo la tenía enfrente, el miedo no la dejaba ver. La vi y me puse nervioso, pero contradiciéndome le repetía "estamos tranquilos no nos va a pasar nada", me acordé todas las cosas que quería hacer y no había hecho. Me acordé de mis viejos, que no sabíamos en qué punto de Boston estaban porque nos separamos después de comer. Y me acordaba y trataba de estar tranquilo, con la idea clara de salir de todos los puntos turísticos. Entre todo eso, pasaban los patrulleros y los bomberos. La gente que había corrido la maratón estaba triste, un evento deportivo y apolítico estaba en el ojo de la tormenta, un K.O. a gente que no tiene nada que ver. Llamé al viejo, me atendió, respiramos con Vale y nos encontramos 20 minutos después en el Parking. Llamó mi tía, que estaba en Washington, me dijo "Viene un ataque terrorista" entre llantos… Tiene una hija chica, no sé quién la calmó, yo no fui. Llegamos al hotel en las afueras de Boston a las 16:40, ya siendo las 23:35, mientras escribo, mi familia y yo seguimos consumiendo todos los medios de comunicación para saber qué pasó y porqué... ¡Heavy!


martes, 19 de febrero de 2013

sábado, 8 de diciembre de 2012

Se llama Patricio

Hace siglos que no escribo, cómo quien dice un placer que tengo bastante descuidado, pero este post me lo da ganas de escribir todo lo que he vivido en los últimos 5 meses. Desde ese tiempo acá mi vida laboral cambió y mucho. Qué paso, de golpe me topé con la palabra "Emprendimiento". Al principio, no voy a negarlo, fue el resultado del contexto. Me quedé sin trabajo y este emprendimiento era como un proyecto que nunca concretaba, lo tenía en mente desde el 2010. Un poco por presión de hacer algo y otra por convencimiento, me largué a dar los primeros pasos.

El paso uno. La persona que quiere emprender algo, por algún motivo no hace más que tirarse al agua. ¿Y qué es?, que no se entienda mal, no es tener huevo o no tenerlo, eso es fútbol, tirarse al agua es llegar a esas circunstancias que te obligan a decidirte. Por eso la decisión. Es como cuando somos chiquitos, un día nos parece que pararnos es lo que tenemos que hacer. Bueno lo hice, y el que tenga un proyecto y piense que sea bueno, lo invito a probar dar esos pasitos.

El segundo paso fue mucho más bravo. Arranqué bien y los 3 días de quedarme sin trabajo, ya estaba vendiendo mi proyecto, un estudio de publicidad basado en gestionar Redes Sociales de forma más creativa. ¿Qué paso?, sin mentirles chocás contra el sistema. El más grande, por el motivo que sea se come al más chico. La inseguridad de trabajar sin saber que te lo van a retribuir es desesperante y muchas veces se entra en ciclos depresivos. Pero en los momentos de bajón, es bueno tener amigos que están en la misma que vos y te apoyen, o tener una persona muy cercana, en este caso mi futura señora diciéndome "si fuese tan fácil no tendría gracia". Iban 3 semanas y yo estaba deprimido, por más que tenía un cliente fijo.


Y un día salí a flote, ese fue como el tercer paso. Me fui a Cabo Polonio, me olvidé de todo, asado, amigos y birra. Un cocktail que a veces sana. De ahí en más hubo un antes y un después, a través de un amigo me invitaron a dar una charla sobre creatividad y redes sociales en BIOS. De ahí me invitaron a dar otra charla a  empresarios, todo gratis, sin ver un mango. Y bueno, cuestión que pegué onda con los empresarios y me dieron su cuenta. Ya tenía dos clientes, y además pegue buena onda con los de BIOS y me ofrecieron para dictar un curso durante noviembre. Entonces lo importante de este punto fue saber aprovechar las oportunidades, que están ahí no más, a través de los amigos y conocidos. En otro momento como no me pagaban por charla, tal vez que ni siquiera iba, pero así aprendí que para ganar antes hay que invertir, horas hombre, tiempo y pienso. Pero es invertir, nunca es perder. 


Muchas veces pienso que se "me partió el orto". Y es que en toda esta vorágine, por otro amigo llegue a reunirme con el CEO de un ambicioso proyecto de salud. Me reuní con él para venderle mi propuesta de redes sociales, laburar desde la creatividad y los conceptos. Un poco de zaraza honesta (de verdad creo en lo que hago). Pero ta, se me partió el traste y el tipo aceptó. Ya tenía 3 clientes. Mucha suerte, pero como decía mi abuela a ésta hay que acompañarla con "algo más", y esto sería el cuarto paso a dar. Y todo ese "algo más" es ser tesonero, ser careta y creer en vos y en tu proyecto. Por tesonero te cuento que es ir y llamar contacto por contacto y venderte, aunque no sepas (yo era creativo, vivía pensando ideas, de vender cero). Ser careta es animarte a compartir lo que sabés más allá de nunca haber dado clases, la charla de redes y creatividad en BIOS me abrió varias puertas, como les comentaba en el paso anterior. Y creer en uno mismo me lo hizo ver este CEO. Y por suerte que me lo crucé. Le dije que "estaba intentando abrir mi agencia" y me dijo "Do, never try", después me habló en español y me dijo que ellos a mi me iba a exigir y tratar como su agencia de Social Media, por ende que me lo empiece a creer. Eso me convenció del todo. Suerte de nuevo, nos cruzamos, charlamos y al menos yo me enriquecí de esa charla.

Y un día llega el momento de confiar en otra persona, el quinto paso amigos. ¿Por qué?, porque el trabajo gana en calidad y porque yo solo no podía con todo. Ahora además de los 3 clientes fijos, aparecían llamados de gente que quería un logo, un rediseño, una web. etc. La elección de un socio nunca es fácil, pero es un paso que hay que dar. Y hay que contarle todo lo que querés hacer y todo lo que te copa, tiene que creer, como en un momento creí yo, que ese es el camino adecuado. Por suerte, eso costó poco y mi socio creyó enseguida. Qué hicimos, una movida de comunicación, cambiamos el nombre del proyecto inicial, hicimos una nueva imagen, nos hicimos web, mails y tarjetas. Ya no eramos más los freelance que escriben desde el gmail con la fecha de nacimiento. Nos sacamos la remera y las chancletas, nos pusimos una camisita liviana y nos afeitamos un poco. Así nació Patricio, nuestra agencia, la que por lo menos a mi me enseñó todos estos pasos, que son necesarios para emprender de cero.



viernes, 5 de octubre de 2012

Un día volví con furia

Jugoso, a punto o cocido. Esa nunca debería ser la cuestión, ¡pero lo es!
Comer un asado, no hay más uruguayo, juntarse con amigos o con la familia a degustar la excelente carne que tenemos. Es ahí de donde sale inspiración para este post, ya que el asado con amigos es completamente diferente al asado familiar, y eso repercute directamente en los asados de amigos que se suman "amigas" o novias. Entrecomillo la palabra amigas porque para mi es un bolazo eso de la amistad del hombre y la mujer, pero de eso voy a escribir en otro momento. ¿Qué pasa?, ¿cuál es el problema de que vayan "amigas" a un asado? Es simple, tan simple como sumar uno más uno. En un asado familiar, el padre o el hermano mayor, son los encargados de dirigir la parrilla, pero ete aquí que si hay una fémina en la familia (madre o hermana), comenten el enorme error de preguntarles cómo quieren el asado. Y aquí está el problema, padres y hermanos mayores, carajo no se pregunta, pirca en un tabla con pan y O-L-V-I-D-A-T-E. Padres y hermanos son los responsables de que las féminas no comprendan el hecho social de comer un asado. Una lo pide a punto, otra jugoso, otra como suela de zapato y otra carbonizado.. Un horror, ese "malcriamiento" masculino hacia las mujeres de su familia los hace que ellas no comprendan este hecho social, juntarse a pasarla bien y a charlar, comiendo carne si, pero donde nunca importa el color de la carne, si tiene grasa, si hay ensalada de hojas verdes, de rúcula y tomate y otras verduras que ahora están de moda y no me acuerdo.. Yo cuando tenga una hija, le voy a tratar de enseñar que coma el asado picado, con carne, de la tabla y como se lo sirvan. Jugoso, a punto o cocido, da lo mismo, solamente hay que disfrutar del hecho social. Jóvenes padres háganme caso para mejorar a las futuras generaciones de "amigas" para comer un asado.
Sin más, la ira está descargada...