miércoles, 18 de noviembre de 2009

Pélida

El de los pies ligeros, eso es el significado de Pélida. Y yo creo que es el sobrenombre que mejor te representa. Sos un tipo que saca tiempo de la galera algo que me asombra. Cómo mierda haces para estar acá atendiendo, llevándonos algún lado, en el medio pensando en qué vas a cocinar de noche y que tenés que ir a buscar a la chilena a una hora determina. El pélida, papá, el que hoy capaz que se está empezando a poner viejo... Pero no, y mirá como lo demostrás. Siempre vital, con ganas, levantadito a las 8hs y bañado, jugando al fútbol todos los sábados, aunque tengas que dar clase, aunque llueve, truene o tu mujer no quiera.

Y qué capítulo el nuestro con el fútbol viejo, siempre acompañándome al costadito de la línea de cal; qué más puede pedir un hijo. De verdad nada de nada, es lo mejor del mundo que te acompeñen como lo haces vos. Seguramente hayas sido el primer tipo que se dio cuenta que yo era un jugador distinto, el primero que festejo una de mis gambeta, y del primero que me acordé cuando metí el primer gol con Bella Vista. Yo sé que sos el que más disfrutas de mis caños, el que más se calienta conmigo cada vez que tiro una más, el que más grita mis goles, y cuando me pegan y me levanto, el que más infla el pecho. Está bueno que estés orgulloso de mi, pero hoy me toca estar orgulloso de vos (o por lo menos estoy tratando de transmitir eso), del excelente tipo y padre que sos. Ese que nunca pierde una discusión, que inentendiblemente ama a un perro que lo mordió mil veces, que tiene una habilidad para saber de todo un poco, ¡y mucho de dientes obvio! Esto es pequeño homenaje en tus 50 pirulos, pero no expresa ni la mitad de todo lo que significas vos para mí.

Salúd Pélida, por 50 años más de discusiones, de aprender un poco más del otro y obvio, de fútbol.

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