Todas las historias tienen un comienzo, pero la que les quiero contar por suerte no tiene final, digamos que recién se empieza a escribir. Quien escribe no fue protagonista, qué esperanza, es actor de reparto.
Hará 5 o 6 veranos atrás, él se moría por ella (algo que pasa en reiteradas ocasiones). Él le cantó infinitas melodías con signifacdos extraños:
"Esas motos que van a mil, sólo el viento te harán sentir"
Todos nos miramos, nunca pudimos entender dicho mensaje, por momentos pensamos que eran cantos de desesperación.
"Nena nunca te voy a dar lo que me pides"
Pasaron los años, ella murió por él, él también por ella, así de una forma exponencial que a todos nos llamó la atención.
"Si pudieras olvidar tu mente frente a mi, sé que tu corazón diría que sí."
Y no más hace unos días dieron el primer paso hacia la formalidad. Declararlo en público lo vimos hace añares, en aquel pub oscurito, en un silla con su guitarra y su voz, justo en frente de la casa actual de ella... Hoy empiezan a caminar juntos, no sé qué será, pero bue, será Seminare o Seminaré, como quieran llamarle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario